
El Futuro del Yuan Digital (e-CNY)
El yuan digital. Los objetivos de China. Caracterisiticas
FINANZAS


El Futuro del Yuan Digital (e-CNY)
El yuan digital, o e-CNY, es una Moneda Digital del Banco Central de China que se está probando a gran escala, se entiende que su objetivo principal no sería desafiar al dólar globalmente, sino modernizar el sistema de pagos interno y reforzar el control del Partido Comunista Chino sobre los flujos monetarios.
El e-CNY podría usarse para liquidar pagos transfronterizos entre China y sus socios BRICS, eliminando la necesidad de intermediarios estadounidenses y reduciendo la dependencia de SWIFT. Esto sería un avance significativo en la desdolarización del comercio.
Si bien se piensa al e-CNY como una simple criptomoneda, lo cierto es que se trata de una forma de dinero fiduciario digitalizado, emitido y respaldado directamente por el Banco Popular de China, características que lo diferencian fundamentalmente de Bitcoin o Ethereum. En un sentido estricto tampoco estaríamos hablando de Blockchain, puesto que el e-CNY opera en una infraestructura centralizada controlada por el Banco Central. Esto permite liquidaciones más rápidas y un control total, pero elimina la descentralización que define a las criptomonedas privadas.
El Yuan Digital opera bajo un modelo de dos niveles: el Banco Popular de China lo emite a los bancos comerciales, y estos lo distribuyen al público. A diferencia de las plataformas de pago privadas (como Alipay o WeChat Pay), el e-CNY es una obligación directa del Banco Central, lo que significa que tiene una aceptación y un respaldo legal superior.
A pesar de la audacia tecnológica y la evidente utilidad del yuan digital (e-CNY) para los pagos transfronterizos —especialmente al permitir a China y sus socios, como los BRICS, liquidar intercambios comerciales de forma eficiente y eludir el control del sistema SWIFT—: la falta de libre convertibilidad del yuan, impide a los grandes inversores globales y los bancos centrales que custodian miles de millones en reservas contar con seguridad, liquidez y, fundamentalmente, la garantía de que pueden entrar y salir de un activo financiero sin encontrarse con barreras políticas o restricciones gubernamentales arbitrarias. El dólar estadounidense ofrece esa promesa de libre flujo de capital. Consecuentemente, no estaríamos asistiendo a un reemplazo del dólar como moneda de reserva, al menos por ahora.
Mientras China insista en mantener férreos controles de capital para proteger su estabilidad financiera y, más importante aún, su estructura política evitando la fuga masiva de capitales, el yuan digital seguirá siendo solo eso: una herramienta de pago eficiente. No importa cuán rápida o barata sea la tecnología del e-CNY, si los capitales no pueden moverse libremente, la moneda china no podrá aspirar a ser una alternativa creíble a la reserva de valor que ofrece el dólar. El e-CNY puede desafiar la hegemonía del dólar en las transacciones diarias, pero no en el corazón del sistema financiero global. Tampoco la hegemonía del dólar como moneda de reserva será desafiada por una moneda única BRICS, sino más bien por el debilitamiento gradual de la confianza en la política fiscal de EE. UU. a largo plazo, o por la consolidación del yuan en esferas de influencia muy concretas y directas, pero no globales.
